Estoy súper feliz con mi empresa. En el último año hemos llegado a facturar una cifra que ni en mis mejores sueños pensaba lograr alcanzar cuando empecé a hacer jabones naturales en el jardín de mi casa… ¡Qué locura! Ahora tenemos tres líneas completas de productos de cosmética sostenible.
Esto no para de crecer y yo necesito ir delegando tareas y funciones para centrarme en la parte más estratégica del negocio. Quiero seguir creciendo pero sin que el equipo pierda los valores originales de crear una cosmética respetuosa con el medio ambiente y asegurándome formar una organización que funcione y sea eficiente. Invierto mucho tiempo en enseñar a la gente nueva cómo hacer las cosas y en transmitir mi visión ecofriendly. Tengo que encontrar otra manera de volcar mi legado y de comunicarlo fácilmente a las nuevas incorporaciones.
Me preocupa mucho el impacto ambiental. Cada vez usamos más variedad de productos químicos y quiero asegurarme de que escogemos las alternativas más respetuosas con la naturaleza posibles. Además, los temas de residuos legales empiezan a desbordarme, no tengo tanto conocimiento técnico, y necesito contar con un experto al que poder consultarle las sustancias incorporadas en las nuevas líneas de producción. También he notado que cada vez generamos más residuos, seguro que hay maneras de reducir este impacto y coste optimizando los procesos y las elecciones de productos químicos.
Todo el mundo me habla de Sistemas de Gestión. Leo en internet sobre ello y creo que un Sistema de Gestión Ambiental es lo que necesita mi negocio ahora mismo. La verdad es que no sé ni por dónde empezar, es una norma súper completa y estricta y encima luego hay que pasar una auditoría de Certificación para comprobar que está todo bien. Es que no tengo ni idea de por dónde empezar. La verdad, con todo el lío que tengo no puedo formarme en esto, necesito encontrar un consultor que me guíe de principio a fin.
He estado buscando alguno online, es la manera en la que mejor podría encajarlo en mi jornada laboral, pero todos los que encuentro son muy serios, no estoy segura de que vayan a respetar mi visión medioambiental y nadie está especializado en cosmética o biotecnología…
¿Y si cojo cualquiera de ellos?, ¿pero cuál? No, es que no, ninguno me gusta. No me transmiten cercanía ni estar en la misma línea sostenible que yo. Si encontrara una consultora que fuera cercana, que fuera como yo, que me hablase de tú a tú, que me explicase todo de manera sencilla, que me facilitara la documentación sin complicarlo con tecnicismos y que, además, supiera de qué va mi sector, ¡no me lo pensaría!